En ocasiones, los teléfonos de hoy en día por muy inteligentes que sean nos hacen ver como burros ante nuestros amigos y familiares por hacernos decir cosas que en verdad no queríamos decir. Todo por culpa del bendito y muy poco amado autocorrector.
Ya hemos visto muchos casos graciosos en los que el autocorrector hace de las suyas. Mira estos momentos en los que arruinaron algunas vidas.
1. Los autocorrectores cambian nuestros orígenes
2. Nos hacen invitar a cierto tipo de vecinas.
Fuente
3. Insinuando que nos gusta el «buen chorizo»